Ideas clave
- Con dos temporadas, Abstract -dirigida por Scott Dadich, ex editor general de la revista Wired- ha entrevistado a diversos personajes, ahondando en sus procesos creativos.
- Esta serie pone en valor las economías creativas, visibilizando el rol del diseño y la capacidad de innovación que mueve a este sector.
- Uno de los capítulos destacados es el de la artista británica Esmeralda ‘Es’ Devlin, responsable de la escenografía de grandes músicos, como U2, Beyoncé y Adele.
por Valentina López, consultora en políticas culturales de Unit.
Si te consideras una persona curiosa y apasionada por la cultura del diseño, te recomendamos ver la serie documental de Netflix, Abstract: The Art of Design. Nominada al Emmy, y estrenada en 2017, esta producción narra los procesos creativos de diversos diseñadores contemporáneos, adentrándose en sus trayectorias y mostrando el tras bambalinas de sus experiencias profesionales, navegando por este espacio íntimo, casi sagrado, que muchos queremos conocer.
Con dos temporadas, Abstract -dirigida por Scott Dadich, ex editor jefe de la revista Wired- ha entrevistado a diversos personajes, entre los que se encuentran el ilustrador alemán Christoph Niemann, el diseñador estadounidense Tinker Hatfield, la historiadora, editora y diseñadora de interiores Ilse Crawford; o la arquitecta israelí-estadounidense Neri Oxman.
Me parece que esta serie pone en valor las economías creativas, visibilizando el rol del diseño y la capacidad de innovación que mueve al sector creativo. Además, se muestra cómo distintas mentes se aproximan, desde el diseño, a problemas artísticos/creativos, mostrando los procesos y los enfoques que cada uno adopta para llegar a determinados resultados. Y eso es muy estimulante, porque habitualmente esa parte no se conoce.
Uno de los capítulos más interesantes es el de la artista británica, Esmeralda ‘Es’ Devlin, reconocida por ser la responsable de crear las escenografías de grandes músicos, como U2, Beyoncé, Kanye West, Jay Z y Adele. Además, -y haciendo honor a su versatilidad de trabajar en teatro, ópera o televisión- ha montado presentaciones en los premios Grammy y ha hecho despliegues como los de la Ceremonia de Clausura de los Juegos Olímpicos de Londres 2012 o la apertura de Río 2016.
En los 43 minutos que dura el capítulo, Devlin recorre parte de su proceso, explicando cómo ha cambiado la experiencia visual en los conciertos a raíz del uso de cámaras en los celulares por parte de las audiencias. Además, comparte los cinco ingredientes que habitualmente considera al momento de pensar en un nuevo proyecto: espacio, luz, oscuridad, escala, tiempo. Personalmente, me gusta mucho este capítulo porque es del mundo de las artes escénicas, que es la disciplina de la que soy más cercana. La diseñadora transita entre dos sectores artísticos -teatro y espectáculos musicales-, sin perder su visión y autoría, y con un foco transversal en la experiencia de la audiencia lo que es muy valorable. Este elemento, asociado al diseño centrado en los usuarios, hace a Es Devlin una escenógrafa única y digna de conocer. En el documental se habla de ‘democratizar el teatro’ o ‘democratizar la experiencia escénica’. Y es interesante que ella se preocupe de eso, de que todos los asistentes tengan una experiencia significativa, aunque estén en primera fila o en galería. Eso me parece un valor que trae el diseño.